No podíamos terminar la temporada sin antes completar una de
las hazañas de las que marcan nuestra
trayectoria como ciclistas, una lucha contra gigantes que agrandan nuestro
curriculum, una vivencia que es como un sueño hecho realidad para todo amante
del pedal sobre el asfalto.
El enfrentamiento tuvo lugar en territorio galo y se prolongó
durante 3 días, el resultado fueron tres cuerpos vacios de energías pero llenos
de vitalidad para volver a repetir una experiencia inolvidable.
El primer día después
del viaje de casi 4 horas y sin tiempo para descansar decidimos conquistar a
nuestro primer gigante llamado Col d´ ADET. Con nuestras piernas agarrotadas
del viaje y sin tiempo para calentarlas
la lucha fue bestial, el primer km al 6.5% nos advertía de que no iba a
ser fácil vencerlo, el segundo km al 10% hacía mella a nuestras piernas, el
tercero y el cuarto también al 10% intensificaron nuestra agonía, el quinto al
9%, el sexto al 7%, el octavo al 9% y los 3 últimos al 7% nos dejaron bien
claro de que para conquistar a todos los gigantes a los que teníamos que
enfrentarnos en los 2 días posteriores, íbamos a tener que dejar nuestro sudor
en la carretera y sufrir como auténticos gladiadores.
El siguiente día aprovechando el frescor matutino nos
hicimos primero con el Col d´ASPIN, un hermoso gigante de 785 metros de desnivel y casi 11 km de
distancia,
con las piernas ya castigadas, el segundo gigante al que nos
enfrentamos fue el Col du TOURMALET, este coloso no nos dejó indiferentes, sus
17 km de ascensión y sus 1280 metros de desnivel nos hicieron sudar sangre en
el campo de batalla dejando nuestras reservas de energías al límite.
Ya por último nuestro siguiente monstruo fue el Hourquette
d´Ancizan, de 14 km y 720 metros de desnivel, que aun sin ser tan violento como
los anteriores su conquista después de todo lo pasado supo a gloria. Allí
hablamos con los caballos que pastaban libremente y nos deleitamos con unas
vistas espectaculares.
El tercer y último día nos levantamos con dolor de piernas
pero no sin ganas de más conquistas, así que sin más demora nos enfrentamos
rápido al primer gigante de la jornada llamado el Col de VAL LOURON-AZET, preciosa ascensión de 10.7 km
con un desnivel de 741 metros.
De allí nos dirigimos a Génos sorprendiendo por su lado débil al siguiente gigante llamado Col de Peyresurde, de 7.9 km y con un desnivel de 600 metros.
Bajamos a Bagneres de Luchón donde nos paseamos por sus calles
y volvimos sobre nuestros pasos abordando de nuevo al Col de Peyresurde, pero
esta vez por su lado fuerte, 14 km con un desnivel de 946 metros. Titánica lucha
para conquistarlo donde la mente entra en estado de trance para poder hacer
frente a semejante esfuerzo, una vez conquistado decidimos subir un poquito más
y llegar a la estación de esquí de Peyragudes.
Volvimos de nuevo hacia Génos y luchamos de nuevo contra el
Col de Val Louron-Azet, esta vez por su otra cara que aunque más corta no menos
dura. Fue nuestra última batalla, con las vacas como testigos de nuestro esfuerzo
agonizante para superar los 616 metros de desnivel en tan solo 7.3 km de distancia.
En definitiva 3 días donde finalmente recorrimos 230
kilómetros y superamos un desnivel positivo de 8670 metros, conquistamos
satisfactoriamente a los 9 gigantes que hicimos frente, pasamos por unos parajes
preciosos, estuvimos alojados en una zona privilegiada y sobretodo la grata compañía hicieron que este viaje sea un
referente para repetirlo en venideras ocasiones.